miércoles, 25 de abril de 2012
30 segundos de spotiza
Alejandro Encinas Nájera
Irritación, cansancio, monotonía. Tal es el diagnóstico del malestar ciudadano en una democracia que se niega a debatir y cuyos aspirantes en su mayoría elevan sus plegarias en el altar televisivo. Hoy, las campañas por “aire” (no me refiero a las flotas aeronáuticas de Peña Nieto, sino a los mensajes televisivos) tienen mucho mayor penetración que las campañas realizadas a ras de tierra. Y es que alrededor del 96% de los ciudadanos se informan del acontecer político a través de la televisión. En comparación, un mítin abarrotado en el zócalo capitalino con una asistencia de un millón de personas, es decir, alrededor del 1% de la población total del país, se considera, y con razón de sobra, un éxito rotundo. Bajo este contexto, los medios de comunicación desde hace tiempo cuentan con todo el potencial tecnológico para robustecer la democracia y elevar la calidad informativa. En vez de ello, han contribuido a envilecer la política. Más que fungir como vigilantes y contrapoder, nutren el escándalo y se mimetizan con el gobierno en turno. El rating es su máxima irrenunciable. El damnificado en este tránsito a la democracia de audiencias (para utilizar el afamado concepto de Bernard Manin) es el programa político,o sea, la auténtica confrontación entre distintos proyectos de país.
La “democracia spoteada” es un elemento fundamental para reproducir este modelo tan conveniente para el status-quo. Para este proceso electoral, se ha preparado un bombardeo ininterrumpido de cápsulas de 30 segundos en radio y televisión. Tomando en cuenta los tiempos de precampaña y de campaña, tan sólo en el ámbito federal (presidente, senadores y diputados), en total se transmitirán en 2335 estaciones de radio y televisión, 22 millones 268 mil 895 spots, equivalentes a 275 mil 426 por día. Para colmo, con el afán de manifestar de manera desafiante y soberbia su inconformidad con la última reforma electoral, los concesionarios difunden en el mismo corte comercial, uno tras otro, los anuncios de los diferentes partidos, lo cual abona aún más en el hartazgo del público.
Si la disputa del 2012 se dirimirá en gran medida en una espiral de mensajes de 30 segundos (o al menos eso es lo que la derecha quiere), considero fundamental analizar el tipo de comunicación política de cada uno de los contendientes. Esto es, reflexionar sobre sus estrategias, demandas, mensajes y responder a qué apelan y a quién se dirigen.
Enrique Peña Nieto: El Barbie & Ken Mexican Tour.- Desconozco a qué pareja presidencial pretende emular el candidato priísta: si a Jaqueline y John F. Kennedy, o a López Portillo y Sasha Montenegro. Quizás lo más cercano a este caso, por su banalidad y estética, es el enlace de Barbie y Ken. Como estos muñecos, un día el candidato se disfraza de chamula, y al siguiente día lo vemos con guayabera; en el norte va de sombrero, pero eso sí, cuando va al sur no usa huaraches, porque eso no es vestir a la moda. Como un pop star, Enrique no va de camapña, sino de tour en aviones privados y ambientes controlados, siempre acompañado por quien está encargada de la sección lo que no se vio en el reality show: La Gaviota. Cuando vi por vez primera sus spots, los relacioné inmediatamente con la canción México en la piel, interpretada por otra de sus inspiraciones: Luis Miguel (http://youtu.be/a1UICBawujs). Más allá de los mensajes huecos -hasta dicha canción dice más del país que Peña Nieto-, en términos de comunicación política hay una estrategia muy interesante. Se trata de una campaña segmentada, como un menú a la carta para cada uno de los estados ( véase como ejemplo el spot de Quintana Roo, en http://youtu.be/4oeXeVx5JM4). Esta segmentación se enlaza y conforma una totalidad cuando tales mensajes confluyen con el spot transmitido en cadena nacional, el cual consiste en Peña Nieto caminando por lugares emblemáticos del país (http://youtu.be/xkG-cUWBG-s). De esta forma, su campaña también le ha dado continuidad a su promoción como gobernante del Edomex, prolongando el festejo bicentenario: “Así se siente México, así se lleva México...”.
Lo mismo pero más barato.- El Partido Verde, aliados de Peña Nieto, ha discurrido por un rumbo alarmista y amarillista. Apelan a las pulsiones más negativas y vengativas que habitan en la sociedad mexicana. Con todo y voces de ultratumba, utilizan un tono similar al de una película de terror para promover medidas como la pena de muerte o el desmantelamiento de funciones irrenunciables para el Estado, como la salud pública (http://youtu.be/0zZaHEHSa30). Culminan demandando: “Si el gobierno no puede, que te las pague”. Lo que no dicen es que de preferencia las medicinas te las paguen en las Farmacias Similares del Doctor Simi, nada menos que el hermano del fundador de estos ecologistas sui géneris.
Josefina, ¿Diferente?.- Tropiezo tras tropiezo, Vázquez Mota sigue caminando en la contienda. Llama la atención que el centro de su campaña sea la palabra “diferente”, cuando sus propuestas son calca de lo que prometió Calderón en 2006 (http://youtu.be/nPk-YtiKewc). En sus anuncios, la “candidata a presidenta” se ostenta como una figura severa, dura, al grado de fingir su grave voz. Dice que no sólo tendrá las faldas bien puestas, sino también los pantalones. Esto quiere decir que de llegar a la presidencia, la primera mujer en hacerlo se compromete a reproducir el tipo de dominación patriarcal.
Por lo demás, la campaña negativa implementada ahora en contra de PRI, es la misma receta del consultor Antonio Solá que probó su éxito en 2006. Sólo hay dos excepciones de fondo. La primera de ellas es que se basa en pruebas verificables y no en injurias y difamaciones como las que se expresaron en contra de Lopez Obrador hace seis años. La segunda es que no cuestiona los puntos de vista de Peña Nieto en torno a ámbitos de suma relevancia como la economia, la estrategia de seguridad o la regulación del sector financiero, porque el PAN ofrece exactamente lo mismo. Por eso se concentran en decir que no cumplió sus compromisos. Asi, el debate en el que debería dirimirse el rumbo del país durante los proximos seis años, se concentra en discutir si Peña Nieto remodeló una sala de usos múltiples o si le puso pasto a una cancha de futbol (http://youtu.be/x_V0wTW2zoY).
Quadri: hippie de derechas y con corbata.- Tan tristemente vacías han estado la mayor parte de las campañas, que quien le ha metido sazón al asunto ha sido este candidato improvisado de última hora. Detrás de los partidos de bádminton, la búsqueda de votos bajo el mar y demás disparates para atraer la atención, está un ambientalista que pregona una política sustentable como la de Wall Mart, un miembro de la patronal a la cabeza de un partido que supuestamente representa los intereses del magisterio, un luchador en contra de la corrupción que solapa a Elba Ester Gordillo; en fin, un candidato “ciudadano” harto de los mismos de siempre, pero que se se rehusa a publicar su declaración patrimonial. Eso sí, viaja en una combi bien buena onda (http://youtu.be/SJhw1L3XhY4).
All you need is AMLOve.- Sin duda, al candidato que le afecta más esta modalidad de campaña es al único que cuenta con propuestas de cambio, mismas que son imposibles detallar en 30 segundos. Ante la necesaria reconciliación nacional, López Obrador estira su mano franca (http://youtu.be/4EuenkoFKlo). Sus spots consisten en reponer el desgaste de su imagen causado por la ácida y sistemática crítica a las movilizaciones populares a las que convocó a partir del conflicto poselectoral. Incluso pidiendo disculpas, se pretende trasladar en el imaginario público al López Obrador de la protesta de calle, al López Obrador gobernante, que trabaja en despachos de gobierno, que en su haber tiene rotundos logros, sobre todo cuando estuvo a cargo del gobierno de la ciudad de México (http://youtu.be/PwdBh4PrqXE). A tal grado ha llegado su concesión a quienes no piensan como él, que en su República Amorosa ser de izquierda consiste en ser honesto y tener buen corazón. Deja a un lado todo componente que distingue a la izquierda libertaria de posturas como la democracia cristiana o la de quien profesa, con auténtica fe, alguna religión: personas que seguramente también tienen buen corazón.
Recapitulando, en 30 segundos se pretende convencernos del rumbo que el gobierrno habrá de adoptar cuando menos durante los próximos seis años. ¿Es imposible salir de esta espiral? No. Contamos con herramientas como las redes sociales, en donde día a día ciudadanos críticos nutren de contenido el debate. El desafío es entonces que ese comportamiento sea viral; que contagie a aquéllos que no tienen acceso a las TICs, que salga a las calles y sobre todo que se exprese masivamente en las urnas.
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