jueves, 29 de octubre de 2009

Twitter y Activismo

El ciberactivismo sigue haciendo de las suyas. Es vano fingir demencia; en Internet se están tejiendo redes de ciudadanos dispuestos a incidir en los asuntos públicos.

Debo confesar que hasta hace poco el Twitter me parecía, además de irrelevante, simplón. Se trata de una red social en la que tus contactos pueden seguir lo que estás haciendo en el instante: viendo una mala película, en un concierto con una chica guapa a tu lado, o meditando en el baño. La abrumadora mayoría de los twitteros gastan sus tiempos de ocio en esos menesteres. En contraparte, se le puede dar un uso político y profundamente subversivo: convertirlo en el punto de encuentro de innumerables fuentes de información que no pasan por la censura de los consorcios mediáticos.

Fue a través de este medio, como el mundo entero se pudo enterar de las represiones del gobierno de Irán durante el conflicto poselectoral. Es decir, los twitteros superaron las complicidades que conformaban el cerco informativo. El resultado: con el uso inteligente de las nuevas tecnologías, los regímenes autoritarios van perdiendo su capacidad de manipular la información y coartar la libertad de expresión.

En días recientes se inauguró en México una nueva ruta de activismo. Agraviados por la intentona de incrementar en 3% el gravamen a las telecomunicaciones, decenas de twitteros acordaron reunirse en el Parque Hundido para hacerle ver al gobierno que en la era de la sociedad del conocimiento, el Internet no es privilegio de una capa minoritaria, sino un derecho que debe asumir rango de asunto de Estado. Muchos calificaron esta manifestación como burguesa, cuando su demanda era democratizar el acceso a las nuevas tecnologías. En lugar de insultar, hay que recapacitar sobre el enorme potencial que tienen estas tecnologías para transmitir información y articular al ciberactivismo que emerge con las causas populares. www.lanetafisica.blogspot.com

viernes, 23 de octubre de 2009

DF y autonomía

DF y autonomía

A pesar de la reforma de 1996, el DF no ha logrado ser estado. Un año después, la regencia dejó de ser una oficina de la Presidencia y la ciudadanía conquistó el derecho de elegir a sus autoridades. No obstante, permanecemos en una zona gris.

Hechura híbrida e incompleta, en el DF tenemos un jefe de Gobierno, pero éste no designa, sino tan sólo propone al presidente a los titulares de seguridad pública y procuración de justicia. Si bien contamos con una Asamblea Legislativa, sus atribuciones están cercenadas: a diferencia del resto de las Legislaturas locales, la nuestra no puede emitir una Constitución. En vez, tenemos un Estatuto de Gobierno aprobado por el Congreso de la Unión. Es más: somos la única entidad con una Comisión tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores. Y para terminarla de amolar, una de ellas es presidida por la panista Gabriela Cuevas con la clara intención de hostigar al GDF. Además, a diferencia del resto de los estados, nuestros legisladores no deciden el techo de endeudamiento. Adivinen quién lo hace. ¡Acertaron! Los congresistas federales. Y lo peor es que los priistas utilizan esta facultad para chantajear: Si no apoyas mi iniciativa, te reduzco el monto de tu deuda, sin importar que estén en marcha obras cruciales como la línea 12 del Metro o el mantenimiento del drenaje. Por otra parte, los municipios le llevan amplia ventaja a las delegaciones, pues cuentan con cabildos, policía, bandos y facultades recaudatorias.

Esto no es fatalismo del destino: es el temor de una clase política preponderantemente conservadora que se resiste a crear el estado 32. La razón: el DF es la región más progresista del país. La Federación castiga a nuestra ciudad por las preferencias políticas de sus habitantes. Se han reavivado los prejuicios que el aldeanismo ha albergado contra el centro del país. La autonomía no será un regalo sino otra conquista. Por eso, ¡chilangos de todas las delegaciones, uníos! www.lanetafisica.blogspot.com

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Qué $%@ es el PRI?


Nueve años después de las históricas elecciones del 2000, el PRI es un testarudo y octogenario viejo que goza de vigor y fortaleza. La pérdida (formal) de la Presidencia indujo a un nuevo arreglo: el poder se trasladó a los estados. Emulando al feudalismo, los gobernadores priistas devinieron en sátrapas que controlan a la prensa y a la vida pública e institucional en sus entidades. La realidad es que la maquinaria priista nunca se fue: en 2008 gobernaba en mil 103 municipios, en los cuales viven más de 46 millones y medio de mexicanos. En lo que va del 2009, el PRI arrasó en las elecciones para diputados, ganó cinco de seis gubernaturas en disputa y el domingo pasado se impuso en Coahuila y Tabasco, casi borrando del mapa al PAN y al PRD.

Se trata de comprender cómo es que el partido que inventó y perfeccionó el autoritarismo mexicano, que permitió el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la deuda externa y el Fobaproa, y que hizo sistémicas la corrupción e impunidad, ha vuelto a ser la opción predilecta en las urnas. La respuesta tiene múltiples aristas: la polarización desgastante entre el PAN y el PRD, el voto clientelar, los poderes fácticos, etcétera. Pero hoy quiero enfocarme a un sólo factor: su cinismo. Disfrazado de flexibilidad y pragmatismo, les permite un día amanecer con humor socialdemócrata y a la mañana siguiente con ánimo neoliberal.

Metafóricamente hablando, el PRI es como una pareja de policías que quieren sacarte una mordida. Por una parte está el bueno que se pone de tu lado y te dice que no te preocupes; por la otra está el malo que asume una actitud intransigente. Al final te tuercen. Así se las gastaron con el gravamen del 2 por ciento al consumo: que no había de qué preocuparse, que estaban del lado de la gente. A la hora de la hora la aplanadora impuso el incremento al IVA y protegió las exenciones de los grandes empresarios. Pretenderán endosar la factura entera a Calderón. Pero ya va siendo hora de que compartan los costos de estas decisiones.


viernes, 16 de octubre de 2009

Manual privatizador

Ni siquiera de imaginación e innovación puede presumir el calderonismo. El atraco perpetrado a Luz y Fuerza y a los trabajadores ha seguido al pie de la letra una añeja receta privatizadora :

1. Autosabotaje: Descapitaliza a la empresa pública en cuestión. Estrangula su presupuesto, no inviertas en nuevas tecnologías y nombra a administradores corruptos e incompetentes.
2. Construcción del consenso: Echa a andar a los medios oficialistas para que la “opinión pública” te respalde. Utiliza adjetivos como ineficiente, premoderno y obsoleto. El truco es repetirlos hasta el cansancio para que pasen como una “verdad” aceptada por “todos”.
3. Estigmatización del adversario: Alguien tiene que pagar los platos rotos y desde luego no serás tú. Culpa a los trabajadores del mal servicio. Emprende una serie de acusaciones: que los sindicatos son la paria, el parásito que impide el avance del país; que sus prestaciones son onerosas; que son flojos y que no trabajan. El chiste es canalizar el odio colectivo hacia ellos.
4. Desmantela las resistencias: A estas alturas sólo resta desarmar el último eslabón: los trabajadores de la empresa. De un plumazo liquídalos y luego divídelos. Esto lo puedes hacer a través del otorgamiento de altas indemnizaciones a cuenta de los contribuyentes. A los que sigan en pie de lucha, llámalos rijosos, radicales y violentos. Esto te servirá para justificar posteriores medidas represivas.
5. Golpe sorpresivo: Aprovecha una coyuntura idónea, como por ejemplo, un Sábado en el que la selección de tu país calificó al Mundial. En pleno festejo, toma las instalaciones por medio de la fuerza, emplea actos intimidatorios, esparce el miedo y luego da un mensaje de paz a la Nación.
¡Felicidades! Has llegado a la fase culminante de tu proyecto, con la salvedad de que has reactivado y articulado a las resistencias del país. Como hace mucho tiempo no se veía, hoy los estudiantes marchan codo a codo con los obreros. www.lanetafisica.blogspot.com

domingo, 11 de octubre de 2009

Embusteros

¿Cansado de no asumir riesgos? ¿Le aburre tener su dinero bajo un colchón? ¿Le molesta que su Afore no rinda los intereses que usted espera? ¡Pásele, no tenga miedo, le va a gustar! Le presento el único, irrepetible e inigualable plan para rescatar la economía del colapso nacional. Resultados garantizados en tan sólo 5 décadas o si no, no le devolvemos su dinero. Pero si lo apoya en los próximos 30 minutos, también dispondremos del resto de sus ahorros. Olvídese de una jubilación digna, viva el presente con adrenalina. Para qué se molesta en ir a una casa de apuestas, hágalo desde la comodidad de su hogar e invierta su fondo de retiro en el casino mundial: vuélvase accionista de la Bolsa Mexicana de Valores. Así como lo escuchó. No importa que usted viva en la pobreza. Otorgue junto con millones de compatriotas su pensión para financiar a los millonarios para que se conviertan en multimillonarios. ¡Atestigüe este milagro! Así es, con este plan todos ganan. El pan de hoy será el caviar de mañana. Olvídese de pasados atracos bursátiles como el FOBAPROA o la reciente crisis de créditos hipotecarios que puso en jaque al mundo entero. No tema a los especuladores. Usted y su dinero estarán a salvo, pues este plan ha sido ideado por Felipini, el alquimista que logró convertir votos amarillos en azules, el héroe que salvó al mundo de la influenza. Cumple con el certificado del creador del gravamen del 2% al consumo. Olvídese de viejos artefactos sindicales opositores que sólo detienen el avance del país. Son tan obsoletos como la dignidad laboral y un buen salario. ¿Quiere atraer inversión extranjera en el país? Precarice el empleo y no proteste más. Respalde la privatización energética. Ya estamos cerca. El SME es el último eslabón. ¡Llame ya! La salida a esta crisis está al alcance de su mano. Resultados NO garantizados. (Letra chiquita: el consumo de este producto puede provocar subdesarrollo). www.lanetafisica.blogspot.com

martes, 6 de octubre de 2009

68 y 2009

Mi generación no conoce periodo de prosperidad económica. Somos descendientes de la crisis. Nuestros padres, en cambio, conocieron un modelo con crecimiento anual mayor al 5 por ciento que impulsó la producción nacional. Así apareció una clase media urbana que pudo enviar a sus jóvenes a las universidades. Son los “hijos del milagro mexicano”. Pronto ese mito se derrumbó. En las aulas los estudiantes se familiarizaron con el pensamiento vanguardista y con lo que sucedía en otras latitudes. Emergió el reclamo de democratizar al sistema. El régimen no pudo comprender cómo es que la incipiente clase media se revelaba cuando había sido tan favorecida. Su óptica anacrónica le impidió vislumbrar que la ciudadanía irrumpía en el país. Plural y dinámica, se resistía a incorporarse a los moldes autoritarios y corporativos ofertados por el unipartidismo. Sus anhelos obtuvieron como respuesta la masacre de 1968.

Pese a que hoy en día nuestra democracia ha sido malherida y que Calderón y compañía albergan a un Díaz Ordaz en sus corazoncitos, luchas como la de aquellos universitarios han ido labrando el camino por el que las libertades políticas han arribado. El problema actual es que el desencanto es tal, que la mayoría no hace uso de ellas. La escandalosa descomposición de la vida pública y el preponderante discurso antipolítico, han provocado que la política inspire apatía entre muchos jóvenes. Comparemos la última marcha conmemorativa del 2 de octubre con el movimiento estudiantil del 68: 4 décadas atrás los estudiantes se movilizaban bajo la convicción de que el presente era de lucha, y el futuro suyo: la imaginación llegaría al poder. Estas ideas se han desvanecido con el tiempo. Recientemente algunos grupos protestaron no con entusiasmo y esperanza, sino con irritación y resentimiento, reacción ante una sociedad incapaz de ofrecerles un futuro con expectativas. En suma, qué difícil fue ser joven en tiempos del priismo, y qué difícil es ser joven en tiempos del panismo.