miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Bono demográfico?

México está dilapidando una oportunidad histórica que no volverá en este siglo: su bono demográfico. Se trata de una fase en la que la población en edad de laborar es mayor que la dependiente (niños y adultos mayores), y por tanto la economía debería tener alto crecimiento y las pensiones cabal salud. Al paso que vamos la suerte de hoy puede mutar en calamidad. ¿Qué haremos después del 2020 cuando la pirámide poblacional se invierta y nos convirtamos en un país de viejos que olvidó tomar previsiones? Hoy hay más de 22 millones de mexicanos entre los 14 y 24 años de edad, pero la oferta laboral no es capaz de absorber a esta fuerza productiva (precarizar el empleo no es alternativa). Las consecuencias son muy graves:

Por una parte, 7 de cada 10 inmigrantes a EUA oscilan en estas edades. La tendencia es que incremente la migración de fuerza laboral con mayor calificación y escolaridad, costo no redituable para el país, y exención de gastos para el primer mundo. Además, la ola de desempleo azota principalmente entre los jóvenes: sólo el 30% de los egresados encuentra trabajo durante el 1er año, y de estos, únicamente el 30% labora en un ámbito relacionado a sus estudios. A estos factores habría que agregar una inmovilidad social semejante a la del feudalismo. Lorenzo Meyer recuerda que quien nacía pastor permanecía como tal, y de igual manera quien nacía noble estaba predestinado a ser propietario y recibir homenaje, no importando cuan talentosos fueran los primeros e idiotas los segundos.

La inmovilidad, los estamentos fácticos con sus fueros y privilegios y la falta de oportunidades para las mayorías, cancelan toda posibilidad para la cohesión social y favorecen la proliferación de la informalidad, la violencia y el crimen organizado. México está inmerso en una guerra de baja intensidad entre jóvenes militares y jóvenes sicarios. Y en estas andanzas el bono demográfico se escurre como líquido de nuestras manos. www.lanetafisica.blogspot.com

martes, 29 de septiembre de 2009

El Tesorito

Advertencia: el siguiente artículo puede provocar, o en su defecto incrementar trastornos en las mentes conservadoras y en las “buenas conciencias” de la sociedad mexicana. Se sugiere discreción.

Hemos de agradecer muestras como la de la Secretaría de Educación del gobierno panista de Guanajuato, pues develan la visión e ideología de los sectores más retrógradas del país. Resulta que han decidido retirar el libro de Ciencias Biológicas 1 distribuido en varias secundarias, ya que contenía información sobre métodos anticonceptivos. Fue reemplazado por otro que condena la masturbación como un “placer egoísta”, promueve la abstinencia hasta el matrimonio y desaparece imágenes de los aparatos reproductivos. Calificar este hecho como medieval, es benevolente con el panismo e injusto con la Edad Media: aún en esos siglos se pintaba la belleza del cuerpo humano... con todo y genitales.

Hemos de lamentar que a los jóvenes guanajuatenses se les haya conculcado el derecho de informarse sobre cómo se puede llevar una vida sexual sana y responsable y que en lugar de ello, se les inculquen mitos empolvados que van en contra de la tradición del laicismo. Ante los cuestionamientos, el secretario de Educación de la entidad replicó: “todos los estados tienen libertad para hacer ajustes de acuerdo a las características de los estados”.

Lo curioso del caso es la doble moral de la derecha: hacen de la violencia un show mediático constante. Pero nomás que no salga una escena sexual en la tele porque Provida y compañía pegan el grito en el cielo a nombre de la sana formación de los infantes. Es más: mientras proscriben al sexo de los libros de texto, los policías de León son instruidos en técnicas de tortura. En el libro también se dice que "la virginidad es un tesoro.” Así pues, la derecha ya no sólo está interesada en el tesoro escondido en las aguas profundas de nuestros mares, sino ahora también, en el resguardado en telarañas profundas.

Billonario por accidente

Mark Zuckerberg estudiaba en Harvard. Pertenecía a esa casta invisible de nerds que preferían programar códigos binarios en vez de participar en actividades propias de la vida universitaria tales como ligar, ir de fiesta y eventualmente estudiar. Actualmente, con 25 años de edad, es el billonario más joven del mundo. La revista Time lo ha calificado como una de las personas más influyentes del 2008. ¿Cómo fue que el hijo de un dentista en menos de 4 años se hizo de esa riqueza e influencia mundial? La respuesta reside en una cadena de accidentes, genialidades, ambiciones y, algunos aseguran, plagios y traiciones. La gente –concluye Zuckerberg– es más vouyerista de lo que hubiera pensado. Y este joven sí que supo aprovechar esto, al convertir a su invento Facebook en la adicción de nuestros tiempos.

Las redes sociales son herramientas útiles. Pero por lo visto, su éxito tiene algo de enfermizo: la interacción por la red es muy atractiva para individuos abrumados en sí que eluden entablar una relación en la vida real. Con un sólo click el ser más antisocial puede entrar en contacto con su amor platónico, ver sus fotos, amistades, hábitos, lugares que frecuenta, con la ventaja de mantener el anonimato. Por extraño que suene, la fuente de la fortuna de Mark fue su rechazo social y su poca suerte con las mujeres. Todo comenzó en un dormitorio estudiantil. Resentido, Zuckerberg se infiltró en las computadoras de su escuela para apropiarse de las fotos de sus compañeras. Las subió a Internet para que la gente las pudiera comparar con animales de granja. Así se convirtió en una leyenda local. Luego llegó Facebook, sitio que comenzó siendo una red para universidades de Estados Unidos. Hoy es una de las seis páginas de Internet más visitadas. Diariamente 150 mil personas se suman a los más de 300 millones de usuarios. Microsoft compró 1.6% de las acciones tasadas en 240 millones de dólares. La compañía vale 15 billones de dólares. Mark sigue vistiendo playera y bermudas.

El Alcoholímetro

Madrugada de Sábado en la capital. Sobre el oscuro asfalto un grupo de fiesteros transita. Bajo los influjos del alcohol ninguno se ofreció a ser el conductor designado. No tan lejos se ven luces de sirenas y un embudo de automóviles. Demasiado tarde, imposible escapar a la prueba del alcoholímetro. Un hombre con bata blanca se aproxima. Después de frases protocolarias invita al conductor a hacerse la prueba. Nervioso, inhala en vez de exhalar, pero la travesura no funciona. Finalmente los resultados están listos. Ha rebasado los 0.4ml de alcohol permitidos. Tendrá que cumplir con un arresto inconmutable de 12 a 36 horas en el “after” más temido de la ciudad: El Torito.

Desde su instauración en 2004, Conduce sin Alcohol ha sido una política pública controversial. Hay que recordar que la principal causa por la que mueren los jóvenes mexicanos son los accidentes de tránsito y que el 40% de éstos están relacionados con el consumo del alcohol. Desde luego, el gobierno debía atender este grave problema, y los alcoholímetros han probado su eficiencia. Según cifras del GDF, desde el inicio de este programa se redujeron en 60% las muertes en accidentes viales relacionadas con el consumo del alcohol.

Pero por otra parte, no pueden pasar desapercibidos los atropellos a la legalidad. De entrada, los retenes violan el derecho constitucional del libre tránsito. El alcoholímetro va en contracorriente al Estado de Derecho por dos razones: 1) parte del supuesto de que todo individuo es culpable a menos de que pruebe lo contrario (pasar la prueba); y 2) La desproporcionalidad entre la sanción y la falta. Mientras que delincuentes de cuello blanco, evasores de impuestos y demás atracadores pueden solicitar un amparo o conmutar su pena por una multa, los conductores que se exceden en copas tienen que cumplir con varias horas bajo arresto. Sería más provechoso para la ciudad que estos infractores pagaran horas de trabajo comunitario. La propuesta está sobre la mesa.

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Demasiado circo

Corría el año de 1994. Entraba en vigor el TLC; el país se estremeció ante la irrupción de un movimiento armado en Chiapas con amplio respaldo popular e internacional. Meses después, Colosio sería asesinado y la moneda nacional se devaluaría. El salinismo culminaba repudiado. Entre tanto, una noticia acaparaba las pantallas: la aparición de una maléfica bestia que succionaba la sangre de los animales: el chupacabras. No es novedad que cuando los gobiernos pasan por momentos críticos, se articulan con los medios de comunicación oficialistas para inventar o magnificar un escándalo que distraiga la atención de los temas medulares.

La narrativa calderonista se asemeja a una tira cómica de héroes contra villanos. Las fuerzas del bien lograron detener a una suerte de Guasón tropical iluminado que secuestró un avión que viajaba de Cancún a México. Al glorificar este suceso, no dimensionaron una grave consecuencia: si un improvisado es capaz de vulnerar la seguridad de los pasajeros, se ahuyenta al turismo, uno de los tres principales ingresos de divisas.

Por otro lado, Laura en América y 12 Corazones deben andar preocupados por el estreno del talk show de Calderón. Se trata de un vulgar montaje de preguntas hechas a modo. Sería interesante que se invitara a conversar a uno de los padres que perdieron a sus hijos en el incendio de una guardería subrogada por el IMSS.

Paralelamente, Juanito se ha convertido en la estrella favorita del Canal de las Estrellas. Lascurain, seducido por el canto de las sirenas, quiere convertirse en el Victoriano Huerta de Iztapalapa. Nunca un oportunista había merecido tanta cobertura de Televisa, ¿por qué será? Y entre la cábula y el si se va o no se va, olvidamos que el país va en picada; las estocadas tributarias pasan desapercibidas: un IVA disfrazado para que “los pobres rescaten a los pobres”. Pero qué importa, si la selección mexicana le ganó 1-0 a Honduras. ¡Todos al Ángel! A falta de pan, demasiado circo.

3er Informe

Imaginemos a un gobernante que en vez de ocultarse tras mentiras, fuera sincero. Imaginemos a un Felipe Calderón en un lapso repentino de honestidad rindiendo su 3er Informe de Gobierno. Su discurso iría más o menos así:

Mexicanas y Mexicanos: A través de un call center se han enterado que será aquí, en Palacio Nacional, frente a las videocámaras de las televisoras privadas, pero a espaldas de las cámaras que conforman la representación popular, rodeado de un fuerte dispositivo militar, de mis allegados y de uno que otro izquierdista moderno y bien portado, que informaré sobre el estado que guarda mi administración. He decidido no acudir a San Lázaro puesto que desde que asumí el cargo he carecido de la legitimidad que sólo dan las urnas.

Los aquí presentes hemos sido cómplices de que la corrupción esté carcomiendo a las instituciones del Estado Mexicano; hemos afianzado el pacto de impunidad entre los poderes fácticos y la clase gobernante, manteniendo intacta la estructura de privilegios y exenciones fiscales para los que más tienen.

La guerra que he emprendido contra el crimen organizado ha sido un desastre que ha comprometido la seguridad nacional y la paz social. En lo que va de mi sexenio, van más de 13 mil ejecutados y la violencia política se ha restaurado.

En materia económica, el país se encuentra en la crisis más grave de los últimos 80 años: tan sólo en el último semestre, el PIB registró una caída de más de 9 puntos, lo cual ha repercutido en la pérdida de 850 mil empleos. De 2000 a la fecha, el salario mínimo ha perdido el 47% de su poder adquisitivo.

Por lo anteriormente expuesto, atiendo la propuesta de una parte de la oposición. En aras de formar un gobierno interino que salve al país de un estallido social, renuncio a un cargo que jamás me correspondió ejercer. Por su atención, muchas gracias.

Reprobados

Que no cunda el pánico. No es la propagación de un nuevo virus letal: el AHLNL, también conocido como el mal de “la influencia”, es sólo uno más de los deslices de Elba Ester Gordillo. Luego de que el 75% de los concursantes a obtener una plaza como profesor reprobaron, la aliada de Calderón declaró que los resultados no fueron culpa de los maestros. En eso tiene razón. Y es que una de las causa del rezago educativo en el país es que, con excepción de una creciente disidencia, el magisterio lejos de democratizarse, combatir la escandalosa corrupción de sus cúpulas, y perseguir la excelencia académica, sigue siendo empleado como una estructura político-electoral al servicio del mejor postor.

La situación se agrava por el desdén neoliberal a la educación pública. Tan sólo en los últimos días nos hemos enterado de dos mutilaciones de autoría gubernamental: de un plumazo se decidió que los capítulos de la Conquista y la Colonia fueran borrados de los libros de texto gratuito, negando así que los estudiantes repasen siglos cruciales en lo que respecta a la construcción de la identidad nacional. Además, se ha anunciado un recorte presupuestal de 800 millones de pesos a las universidades públicas. Se trata de un doble insulto, pues el titular de la SEP minimizó la medida en un momento crítico para los jóvenes: este año sólo 1 de cada 6 candidatos a ingresar a la UNAM fueron admitidos y 250 mil aspirantes a estudiar una licenciatura se quedaron sin lugar. Mientras tanto, continúa incrementándose el gasto en armas, cárceles y en militarizar las calles.

En suma, un país que no cimienta sus expectativas en la educación de su población, está condenado al subdesarrollo. Los titulares del gobierno federal no han comprendido que la educación no es un gasto, sino una inversión. Por eso, son ellos los que en verdad están reprobados.





Pobreza Subjetiva

México tiene hoy más de 50 millones de pobres. Más de 18 millones no tienen ni siquiera para comer. Estas cifras fueron recientemente dadas a conocer por el Coneval. Causa desconcierto pensar cómo es que en un país en el que al menos la mitad de su población vive en la marginación y sin expectativas sigue gobernando una derecha que ha defendido a ultranza al neoliberalismo, modelo económico responsable de las injusticias en la distribución de cargas y beneficios. Explicar este fenómeno es a lo sumo complicado, pues sus causas son múltiples: manipulación, desinformación, amenazas, temor al cambio, fraude y utilización de los programas sociales, son componentes que dan una respuesta insuficiente. Debe haber algo más.

Estudios socioeconómicos recientes han demostrado que existen disonancias entre las condiciones materiales de vida de un individuo, y la evaluación de bienestar que éste hace de sí mismo. Para decirlo de forma sencilla, muchos pobres no se consideran pobres. Los estudios de la pobreza subjetiva sostienen que el ingreso y el bienestar subjetivo no guardan una relación concordante. En síntesis, la concepción de pobreza empleada por las personas no corresponde con la concepción de expertos y académicos.

Una investigación de FLACSO detectó que en México, de las personas que son clasificadas como pobres por la Sedesol con base en la línea de pobreza alimentaria (ingreso del hogar per cápita menor a $672.25 mensuales), 45% se consideran a sí mismas como “no pobres”. Lo mismo sucede con 49% de las personas clasificadas como pobres según la línea de pobreza de capacidades ($792.58) y con 57% de las personas clasificadas como pobres con sustento en la línea de pobreza de patrimonio ($1367.35).

¿Falsa conciencia de clase, dignidad renuente a admitirse como pobre ante un encuestador, indicadores gubernamentales inadecuados? No lo sé. Pero vale la pena consultar estos datos.


Verde Social Club

Dicen que cada partido tiene un método distinto para designar a sus candidatos: en el PAN, es el dedazo; el PRI reparte entre las cúpulas; en el PRD, depende del tamaño de cada tribu la cuota que le corresponde; el Nueva Alianza las vende; y el extinto Socialdemócrata rogaba para que un valiente se la rifara. Pero entre todos estos mecanismos informales, el que se la lleva de calle es el “Partido” Verde Ecologista, pues tal parece que hace castings para elegir a sus candidatos.

Invento de Salinas para fragmentar el voto de la oposición, sus 18 años de vida son resultado de un acierto germinal: importar de Europa la tradición ecologista. Pero a la postre salió a la luz su hipocresía: en 2004 fue publicado un video en el que se veía a su presidente dispuesto a gestionar el otorgamiento de permisos para construir un desarrollo turístico en terrenos de la rivera maya, a cambio de un soborno de 2 millones de dólares.

Para sobrevivir, el Verde ha navegado junto al mejor postor. En 2000, se alió con Fox, pero en 2006 lo hizo con el PRI y en 2009 alquiló su franquicia al duopolio televisivo. En la próxima legislatura su poder será enorme, pues lo más seguro es que se convierta en una minoría requerida por el PRI para alcanzar mayoría absoluta. A las televisoras ya no les basta con cabildear y ejercer presión en el Congreso. A través del PVEM, tendrán su propia bancada. Dentro de los diputados electos se encuentra Ninfa Salinas, nada menos que la hija del dueño de TV Azteca. Además, muchos de los futuros legisladores están estrechamente vinculados a Javier Tejado, director jurídico de Televisa.

Como ciudadanos haríamos bien en cuestionarnos, ¿cómo hemos permitido que una organización parasitaria que carece de implantación territorial y que se asemeja más a un club de cuates de la prepa del niño verde o a un patrimonio familiar, sea hoy la cuarta fuerza política del país? Sus homólogos internacionales, no lo reconocen y toman distancia. Haríamos bien en seguir su ejemplo.

Violencia en expansión

Hace unos días fue publicado un artículo de quien entre 1988 y 1991 fuera embajador de Estados Unidos en Colombia. Conocedor del proceso de descomposición política-social que sufrió aquél país durante los 80s a causa de la violencia e impunidad, Thomas E. McNamara encuentra paralelismos inquietantes con la situación del México actual: “Batallas homicidas entre capos rivales del narcotráfico; asesinatos de cualquiera que se atreviera a oponérseles; agentes de policía, políticos, jueces y hombres de negocios corrompidos por narcos millonarios; elecciones compradas, candidatos ejecutados; bombazos al azar y contra blancos específicos. Y durante todo ello, ciudadanos inocentes atrapados en medio morían por miles.”

Poco a poco y sin plena conciencia de la gravedad del asunto, a los mexicanos nos han ido conculcando derechos y garantías al grado de que en algunos estados, la participación política, sobre todo cuando se ejerce desde la oposición, puede llegar a ser una actividad de alto riesgo.

En lo que va del año, 25 militantes perredistas han sido asesinados en estados como Oaxaca, Sinaloa y Puebla. Guerrero merece mención aparte, pues sus circunstancias son alarmantes: en plena campaña, el candidato federal del distrito 01, Nicanor Adame, fue víctima de un atentado del que salió con vida. Desgraciadamente no corrieron con esa suerte otros luchadores sociales y dirigentes. Ayer a las 8 de la mañana, Armando Chavarría salió de su casa para iniciar sus actividades; cuando subió a su coche fue acribillado. Además de ser presidente del Congreso local y ex secretario de gobierno, Chavarría era uno de los políticos más connotados del estado y se perfilaba para suceder a Torreblanca en la gubernatura.

Como sociedad sería imperdonable que perdiéramos la capacidad de asombro y que aceptáramos pasivamente la expansión de la violencia como algo inherente a nuestra vida cotidiana. La condena debe ser unánime y la exigencia de encontrar a los responsables ha de ser expresada con energía y sin ambigüedades.


A pedalear la bicicleta

A lo largo del siglo XX el automóvil moldeó los espacios urbanos de acuerdo a sus requerimientos: grandes avenidas sin banquetas, extinción de las calles peatonales, estacionamientos en lugar de parques; en suma, montes, planicies y llanuras de asfalto y una capa atmosférica corroída por el smog. Poco a poco dejamos de hacer travesías por la ciudad. Al encapsularnos en nuestros coches, abandonamos las calles y terminamos por aislarnos de la comunidad. En Los Ángeles, California, el fetichismo a esta máquina ha llegado a tal grado que la cantidad de coches duplica a la cantidad de habitantes. En el DF no hay imagen cotidiana más irónica que la de un coche de alta velocidad atascado en el tráfico de una avenida. El coche ha devorado a sus creadores.

Por eso hay que darle la bienvenida al sistema de bicicletas públicas del GDF. En su primera etapa, el programa constará de 1134 bicicletas distribuidas en 84 estaciones. Las rutas se concentrarán en la delegación Cuauhtémoc, pero se planea la posterior expansión del servicio.

Y es que en el siglo XXI las ciudades que opten por diseñarse en función del automóvil, están condenadas a ser insustentables. Se debe ir hacia un modelo en el que las personas tengan varias alternativas de transporte eficientes, seguras y comprometidas con el medio ambiente. El programa que arrancará en diciembre, sitúa al DF a lado de ciudades como Milán y Barcelona. Estos antecedentes han demostrado viabilidad y éxito. En Viena, en lo que va del año, los usuarios han pedaleado más de ochocientos mil kilómetros.

Dificultades habrá muchas: el rezago tanto en la cultura vial como en la infraestructura para medios alternativos de transporte, provocarán que los pioneros de este servicio pedaleen en contracorriente. Sin embargo, es el rumbo a transitar, pues sin duda, programas como éste contribuyen a que los ciudadanos reconquistemos el espacio público y nos apropiemos de nuestra ciudad.


Ortega es el que sigue

¿Con qué cara Jesús Ortega le dice a la militancia perredista que los resultados han sido decorosos? Eso es autismo político. Es ésta la más pronunciada debacle del PRD con respecto de la elección anterior. En 2006 con AMLO como candidato presidencial, el PRD obtuvo su votación más alta, el 35 por ciento; tres años después, con Nueva Izquierda tomando por asalto la dirigencia nacional, el partido se desplomó al 12 por ciento, tan sólo unos pasos adelante del Verde Ecologista social club. La caída es de 23 puntos. En cambio, entre la elección presidencial del 2000 y la intermedia de 2003, las preferencias sólo disminuyeron un punto porcentual.

Estos resultados han fortalecido la vía del bipartidismo de derechas y ubican al PRD en un escenario muy similar a 1991, cuando el salinismo pretendía proscribirlo y marginarlo. Desde luego, Ortega y su grupo político pretenden deslindarse al inculpar a aquellos compañeros que apoyaron a otros partidos (AMLO). Pero veamos: si bien el PT y Convergencia lograron conservar su registro, en 2009 la cantidad de votos a su favor coincide con su promedio histórico, lo cual quiere decir que el obradorismo en su mayoría se quedó en el PRD. Basta revisar los resultados en entidades como el DF, Guerrero, Michoacán y Tabasco.

Por lo tanto, el factor que explica la derrota es la voracidad de Nueva Izquierda, corriente que con tal de acaparar cargos y prerrogativas, rompió con los frágiles consensos internos. Es evidente que el modelo de partido colaboracionista que hizo todo por parecerse a sus adversarios y caerle bien a las élites, ha fracasado. En tiempos de crisis, lo que la gente reclama es una oposición real, sin ambigüedades, congruente, y sobre todo, honesta. El mensaje del las urnas es claro: Si el PRD no quiere presenciar su destrucción, deberá acudir a su refundación. Y en este proceso Jesús Ortega estorba, pues su figura lejos de convocar y unificar, es repelente. Germán Martínez abrió la puerta. Ortega es el que sigue.


Movimiento 2010

Continuando con la propuesta de entrarle al ciberactivismo, o a lo que también podríamos llamar activismo sin fronteras, un grupo de ciudadanos están convocando a formar parte de un movimiento por la refundación de México.

Su declaración comienza diciendo que “El país se encuentra en una hora decisiva: o los ciudadanos nos movilizamos para transformar de raíz las instituciones del Estado, corregir el rumbo de la vida pública o el caos al que ya nos enfrentamos se profundizará.” Como una primera medida invitan a sumar 5000 firmas y convocan a que el 1º de septiembre asistamos al Congreso de la Unión a presentar una serie de propuestas que a continuación sintetizo:

1) Exigir al Congreso de la Unión la realización de una profunda Reforma del Estado que acabe con la impunidad de los funcionarios. Deberá instituir el referéndum revocatorio, así como el plebiscito y la iniciativa popular, e incluirá cambios en la legislación electoral para reformular al sistema de partidos y reducir a la mitad su financiamiento. La Reforma habrá de homologar los calendarios electorales en el país, refundar el IFE y el Tribunal Electoral, y, a partir de un órgano ciudadano, supervisar el uso de la televisión y el radio con fines electorales, así como la propaganda electoral y de gobierno.

2) Exigir a los actores políticos la firma de un Acuerdo Nacional por la Seguridad Pública para el diseño de una estrategia coherente y eficaz contra la violencia y el crimen organizado, que se enfoque en los componentes económico, social y de salud pública del problema. Dicha estrategia deberá incluir el mapa de ruta para el regreso del Ejército a sus cuarteles en un plazo máximo de un año a partir de su aprobación en el Congreso de la Unión.

Seguiremos con este tema en la próxima entrega. Pero si a alguien le interesa ahondar, puede unirse en Facebook al grupo "Movimiento 2010: Por la Refundación de México" y entrar en contacto con ellos vía e mail: movimiento2010@gmail.com

Movimiento 2010 / II

Dentro de pocos días se instalará la 61 Legislatura. 500 diputados estrenarán curul. ¿Cuántos de ellos harán buen uso de su cargo de representación? Podemos anticipar que los menos. Por ello, y por la parálisis institucional y la ausencia de proyectos y alternativas, muchos ciudadanos se han ido integrando a grupos que pueden variar en su tamaño pero no en su objetivo prioritario: imaginar un mejor país.

En un artículo anterior empecé a presentar las propuestas del “Movimiento 2010: Por la refundación de México”. Aún hay más:

Cruzada por la Reeducación de México y la Comunicación Democrática: ciudadanizar los medios de comunicación masiva y regular el poder de las televisoras y radiodifusoras. Una Cruzada para transformar la educación en el eje del desarrollo nacional, que revalore la función y duplique los recursos de la educación media y, en particular, de las universidades públicas y de la investigación científica y tecnológica, dicho sea de paso, hoy severamente mutilados.

Con la finalidad de sacar al país del marasmo productivo, social y ambiental en el que está hundido, es imperativo impulsar un Proyecto de Desarrollo Nacional que será coordinado por un Consejo Republicano de Planeación Prospectiva, mismo que se encargará de elaborar las bases conceptuales y programáticas del nuevo modelo de país que queremos para los próximos cincuenta años.

Impulsar un Congreso Constituyente que redacte y apruebe una nueva Constitución, que reformule las disposiciones que rigen la distribución de los poderes públicos, la formación y renovación de las autoridades, los derechos de los ciudadanos y las relaciones entre el Estado, la sociedad y la economía.

Ésta es una breve síntesis, pero si te interesa entrarle, consulta http://www.movimiento2010.blogspot.com/ y muchas otras iniciativas ciudadanas que circulan en la red.
Los Obstinados
Aumentos sucesivos al precio de las gasolinas, semanas de caída libre del peso frente al dólar y días continuos con inflaciones exponenciales, conforman un desfile que llegó para apagar la fiesta de las mentiras y las expectativas desorbitadas del gobierno federal. Aunque el shock ha pasado y las repercusiones sociales de las ineficientes políticas económicas empiezan a ser habituales, sus efectos continuarán en el seno de las familias mexicanas dándole forma a la primera gran crisis del siglo XXI.
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, ha declarado que lo peor ha pasado y pese a todo, la economía regresará a su cauce habitual a partir del próximo año. Su pronóstico es difícil de creer, en principio por su historial de mentiras y su falta de capacidad para diagnosticar problemas coyunturales: recordemos que el “catarrito” pronto se volvió pulmonía. En cuanto al escenario contemporáneo, se estima lejana la recuperación de la demanda agregada. Tan sólo el reporte sobre la confianza del consumidor, publicado hace dos semanas por el Banco de México, revela una caída del 10% durante el último periodo.
Incluso otras previsiones hechas por organismos internacionales, aliados ideológicos de la administración neoliberal de Calderón, han sido mucho menos optimistas. De acuerdo al FMI la economía nacional se contraerá en 7.5% en 2009, mientras que la OCDE calcula una caída 8 puntos porcentuales.
No es coincidencia que México sea el país más afectado por la crisis internacional, aun por encima de países como Haití. La concentración de los mercados externos, la falta de promoción de las fuerzas productivas y la ausencia de programas sociales son las principales causas. Aceptar que el fin de la crisis en México aún está lejos, es asumir la responsabilidad que los funcionarios del gabinete han negado sistemáticamente. Es hora de dejar atrás los discursos contemplativos, aceptar los errores y trabajar por el país.


IUSY: el Festival
Durante la semana pasada, jóvenes activistas provenientes de más de 150 organizaciones políticas de alrededor de 100 países, se dieron cita en Zánka, Hungría para celebrar el Festival Mundial de la Juventud convocado por las Juventudes de la Internacional Socialista (IUSY por sus siglas en inglés). En esa misma sede, en los fines de los 80s se volvieron a encontrar los niños de Alemania que habían sido separados por un muro que dividía el mundo capitalista del socialista. Esta vez, tres mil personas de distinto género, raza y religión, dejaron a un lado los factores que los dividen y distinguen, para fortalecer lo que los une y los alinea en un equipo de escala global: la convicción de que un mundo mejor es posible. Así, lo mismo dio respaldar la causa palestina que la liberación del Tíbet; condenar el paramilitarismo de Uribe en Colombia que exigir la vuelta de la democracia en Honduras. Aunque fuera por un breve instante, el internacionalismo y la solidaridad borraron las fronteras.
La alta participación desmiente la tesis de que todos los jóvenes son apáticos y desencantados. En el evento concurrieron centenares con una formación política y académica de sorprenderse. Vale la pena que quien esté interesado se acerque a estos espacios de interlocución internacional. Lo que dio más gusto es ver que las organizaciones juveniles, principalmente las más consolidadas, concentradas en Europa, son muy recelosas de su autonomía con respecto al partido que respaldan. Además de mostrarse como el ala más crítica y progresista del espectro político, han resistido en su mayoría la tentación de la cooptación y de entrar en moldes burocráticos que paralizan su lucha, y han asumido una agenda política propia que muchas veces los confronta con las dirigencias de sus partidos.
Al finalizar, los asistentes regresaron a sus países con sus maletas cargadas de buenos recuerdos, experiencias aleccionadoras, y sobre todo, con amistades perdurables.

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LAS MALAS INFLUENZAS

Sólo desde la irresponsabilidad se podría minimizar la emergencia sanitaria declarada tras los brotes de influenza en México. Por lo tanto, lo más sensato es acatar las recomendaciones enlistadas por la OMS.

No obstante, un hecho inquietante en estos días ha sido la vocación gubernamental de desinformar. Consecuencia de ello es que hoy la sociedad se encuentre en un estado de incertidumbre en el que predominan sensaciones como la vulnerabilidad y la indefensión. La investigadora Naomi Klein observa que bajo estos síntomas, los individuos son más susceptibles a la sugestión y hay mayor propensión a “obedecer a quien promete protegernos”. Por ello, es importante recordar que “el pánico no existe más allá de las creencias del imaginario social” (Jean Pierre Dupuy).

No sólo por la influenza debemos tomar precauciones. Esta situación puede ser aprovechada por el gobierno para obtener alguna utilidad política: se corren los riesgos de que se socaven libertades y derechos a favor de medidas autoritarias justificadas en atacar a este enemigo invisible, y de que esta crisis sirva de cortina de humo para ocultar los graves problemas nacionales. Muestra clara de este oportunismo es que a través de la manipulación mediática, “el Estado que ayer era considerado fallido, ahora es eficiente y oportuno” (Astillero, 28/04/09).

No es la primera vez que la derecha acude al pánico y la desinformación como estrategia de control. Basta recordar las elecciones presidenciales de 2006. En aquel año, a través de una millonaria campaña de miedo y difamación, se buscó disuadir a los ciudadanos de tomar una elección desde su libertad de conciencia.

En 1985, tras los sismos que azotaron al Distrito Federal, la consigna de un gobierno postrado e incapaz fue “guárdense en sus casas hasta nuevo aviso”. En franco desafío, la ciudadanía se organizó solidariamente. Que esa experiencia nos sirva como ejemplo.
La rebelión de las bases

Los resultados electorales preliminares han arrojado un escenario nada alentador: la vuelta del pasado priista, la inocultable derechización del régimen y el descalabro del partido más importante de la izquierda mexicana. Sin embargo, un germen democratizador se ha sembrado en el oriente de la ciudad de México. Pese a que las condiciones eran tan adversas y enredadas que lindaban con el surrealismo, los ciudadanos de Iztapalapa han logrado lo que se creía imposible: derrotar y con ello dar una lección a un Tribunal Electoral copado por jueces corruptos e incompetentes que responden a las cúpulas partidistas. También triunfaron sobre los pactos fraudulentos que pretendían cancelar el derecho de la gente a elegir a sus gobernantes en aras de preservar los intereses de un cacique cómodo y funcional a la derecha, que durante una década gobernó la demarcación a través de familiares y compadres.
Lo que ocurrió el pasado Domingo en Iztapalapa marcará un hito en la historia de la democracia y las elecciones en México. Da cuenta de que cuando las convicciones se ponen por delante y el pueblo se organiza, moviliza y se solidariza informando en sus barrios y colonias, no hay poder de la reacción capaz de detenerlo.
Muchos pretenderán demeritar o minimizar este suceso. No comprenden su magnitud y alcance. El 5 de julio, la rebelión de las bases ha declarado a Iztapalapa, territorio libre de colaboracionismo, ese mal que aqueja a la burocracia perredista y tanto daño le ha hecho a la oposición. El peor error sería confiarse, pues los derrotados pretenderán ganar en la mesa de los magistrados lo que no obtuvieron en las urnas. Si ya lo hicieron una vez, ¿por qué no habrían de repetirlo?
La delegación más poblada del DF se ha convertido en un laboratorio democrático. Hay que detectar las diversas aristas que condujeron al triunfo del movimiento, pues éste puede ser el inicio de una insurgencia electoral que tiene el potencial de multiplicarse en todos los rincones del país.



JÓVENES Y ATEOS: LOS SUBVERSIVOS

Hace unos días, Felipe Calderón puso como ejemplo la muerte de Michael Jackson para mostrar cómo es que la falta de “asideros trascendentales”, como es “no creer en Dios porque no lo conocen”, ha conducido a los jóvenes a las adicciones y a refugiarse en las drogas. Es sorprendente cómo una breve frase puede encerrar toda una concepción de vida y develar la ideología que rige el actuar de un político. Veamos:

Es de conocimiento público que hay consumidores de estupefacientes de todas las edades y condiciones sociales. Sin embargo, Calderón asume que la adicción es un problema exclusivo de los jóvenes, afirmación que implica criminalizar a este sector. Esta idea reaccionaria enquistada en el gobierno federal, ha ocasionado que el 60% de la población penitenciaria del país esté conformada por personas entre los 18 y 29 años de edad. Ante la incapacidad de crear empleos y oportunidades de desarrollo, la salida es construir más cárceles.

Convierte una cuestión de fe, como es creer o no en Dios, en un asunto de salud pública. Para el panista, por definición, quienes están cerca de Dios están lejos de las drogas y viceversa. Siguiendo el hilo de su argumento, el problema del consumo de drogas podría erradicarse evangelizando a la población. En México, alrededor del 4% de la población es atea y por lo tanto, para el PAN, adicta y carente de valores. En palabras de Germán Martínez: "caen en las drogas quienes no tienen valores, y así lo expresó el presidente".

Preocupa que al supuesto combate al narcotráfico se le esté confiriendo una connotación religiosa, como si se tratara de una cruzada o una guerra santa. Con estas ideas, el Estado Laico pende de alfileres. Sus condiciones mínimas son el derecho de los individuos a optar o no por profesar una fe, el respeto a los derechos de las minorías y la clara separación de los asuntos públicos y la fe privada. En una sola frase, Calderón mostró su desdén hacia el laicismo y lo echó por la borda. Para decirlo en breve, mal copeó.

IMPUNIDAD AL DESNUDO

En el país de la impunidad, recientemente ha sido divulgada información que muestra al desnudo la descomposición del régimen.

Por una parte, Carlos Ahumada, artífice de los videoescándalos, acaba de publicar un libro que en vez de Derecho de Réplica debería titularse Ajuste de cuentas, pues delata a conocidos políticos que otrora fueran socios que le prometieron protección ante sus cuentas pendientes con la ley. Como no le cumplieron, años después los evidencia narrando sucesos que lindan con la obscenidad. Si algún valor periodístico tiene este libro, es que refleja el modo de operar de una poderosa coalición conservadora, antidemocrática y con poder de veto, conformada por cúpulas políticas, empresariales, financieras, mediáticas, sindicales y clericales, que no escatima recursos, legales o no, para impedir que sus privilegios y el status-quo se vean alterados. En muchas cosas podrán discrepar, pero cuando una amenaza proviene desde afuera, jerárquica y disciplinadamente cierran filas.

Por otra parte, Carmen Aristegui vuelve a sorprendernos al arrancarle revelaciones al expresidente Miguel de la Madrid que ligan a los hermanos Salinas de Gortari con el narco y el enriquecimiento ilícito. Es lamentable que el centro del debate sea la salud mental del confesor y no la corrupción. Se puede anticipar que nada, absolutamente nada sucederá. Como muestra, 98% de los delitos que en México llegan a ser denunciados, quedan impunes. Uno de los personajes del novelista Fabrizio Mejía comenta agriamente: “Sí se puede”, es el grito de un país donde nada se pudo, donde la victoria es que alguien publique la denuncia” aunque los culpables sigan paseándose como si nada.

La corrupción ha corroído desde sus entrañas al Estado Mexicano. Sería imperdonable que nosotros, la sociedad, y en especial los jóvenes, asumiéramos como propia la derrota moral de los corruptos. Combatir y oponernos a estas prácticas es nuestra tarea irrenunciable.

Sobre Honduras

En plena era de interdependencia global, un grupo de militares respaldados por la Iglesia y los empresarios se ha aventurado a perpetrar un golpe de Estado en Honduras, un país ubicado a pocos kilómetros de nuestra frontera sur. La cadena de acontecimientos ha arrojado muchos elementos para la reflexión:

1. Que el pasado golpista de la región, en el que las armas silenciaban a las urnas y los militares salían de sus cuarteles para asumir el gobierno, lejos de haber sido erradicado, ha devenido en una alternativa que los poderes fácticos sopesan, sobre todo en momentos en los que sus privilegios peligran.

2. Que cualquier sociedad que haya optado por el camino de la democracia no tiene garantizada su vigencia, por lo que deberá estar en alerta ante las pulsiones autoritarias y riesgos de involución que persisten en su seno. Las transiciones no son procesos lineales, acumulativos y exentos de retrocesos y fracturas.

3. Lo dicho hasta aquí cobra mayor peso en América Latina: los Estados han sido incapaces de acotar a élites tales como las financieras y mediáticas, o más notorio aún, a los cárteles del narco. Se trata de poderes que sin haber recibido un sólo voto, ejercen una abrumadora influencia en la esfera pública y tienen la fuerza para echar abajo una decisión colectiva. Su conducta es lesiva y antagónica a los procesos democráticos.

4. La violenta interrupción del orden constitucional en Honduras, avalada cobarde y desvergonzadamente por los poderes Legislativo y Judicial, rompe con el mito tan esparcido entre los defensores del Estado de Derecha, que fija que las instituciones son imparciales, incorrompibles e impolutas, como si fueran castillos de cristal, y no espacios en los que mujeres y hombres de carne y hueso dirimen los conflictos que surgen en la lucha por el poder.

En suma, lo más preocupante es que en la región se ha sembrado una semilla que se creía desterrada y que tiene todas las intenciones de echar raíces. El rechazo debe ser unánime y enérgico.



Felipe el fallido I

Dime cómo llegaste y te diré cómo gobiernas. Como candidato, Felipe Calderón tuvo miedo a una decisión democrática, por lo que infundió miedo entre la población para ahogar sus esperanzas de cambio e inhibir que tomaran una decisión desde su libertad de conciencia. De las trampas y mentiras de las que se sirvió para ganar, se deduce la impronta de su sexenio.

Una vez que tomó protesta, el panista trató de compensar su debilidad política con la apariencia de fuerza que dan las armas. En el combate al narcotráfico fincó su proyecto sexenal. Fue la excusa idonea para unificar a los mexicanos en torno a su “liderazgo“. En su búsqueda desesperada de legitimidad, no le importó conducir al país a una espiral de violencia y descomposición del tejido social sin precedentes.

Instalado en el poder, olvidó por completo sus promesas: Durante su campaña dijo que iba a bajar el precio de la luz, del gas y de la gasolina, y en lo que va de su administración, por ejemplo, la gasolina ha incrementado más de 25 veces (por cierto, ¿y la refinería?); Dijo que iba a ser el “presidente del empleo” y en lo que va de su sexenio se ha registrado la mayor tasa de desempleo de la última década; Dijo que iba a luchar por la seguridad pública, pero desde que asumió funciones han sido ejecutadas más de10 mil personas y México ocupa el primer lugar en secuestros; Prometió mano dura en contra de la delincuencia, pero otorga contratos para que sus allegados lucren ilegalmente con las guarderías públicas; Dijo que iba a manejar con responsabilidad la economía, pero el FMI augura que el PIB acumulará para diciembre una caída de 7.5 por ciento. En lo que va de este sexenio, el valor de la moneda mexicana ha caído en 40 por ciento. La crisis mundial afectará más a México que a Haití, el país más pobre de América y el Caribe.

Por todos estos enganos, el pasado 5 de julio muchos mexicanos que en 2006 votaron por él, le retiraron su apoyo. Pero de eso hablaremos manana.


Felipe el fallido II

Entre los muchos perdedores de las pasadas elecciones, Felipe Calderón es el que más sobresale. En efecto, la estrategia del PAN se centró en poner en una disyuntiva al electorado. Se le preguntó si estaba o no con el presidente y a favor o en contra de su lucha contra el crimen organizado. La respuesta de las urnas fue un NO contundente. En los comicios intermedios ha predominado un voto de castigo al gobierno federal, el cual ha sido capitalizado por el PRI. Los que acudieron a votar, y sobre todo los que se quedaron en casa, le han otorgado a este partido, entre otras cosas, la facultad de decidir en qué se gastará el presupuesto y cuáles iniciativas prosperarán.

Quienes hace unas semanas estaban enfrascados en una guerra fraticida para obtener más votos, ahora se reencuentran. Necesitados el uno para el otro, afianzarán su pacto de cogobierno e impunidad. La renuncia de Germán Martínez fue el primero de una larga serie de gestos de buen entendimiento.

Como el sexenio de Fox, el de Calderón ha culminado con tres anos de anticipación. Como nuestra Constitución todavía no contempla la revocación del mandato, tendremos que aguantarlo los tres anos restantes. Eso sí, a la sombra de una desenfrenada sucesión presidencial. No salimos de una elección cuando ya estamos en otra. No dan descanso de la saturación proselitista, de la vacuidad de sus propuestas y de la frívola agenda política determinada por televisoras que ofertan productos presidenciables.

No está de más recordar que cuando Calderón recibió la constancia de mayoría de manos del Tribunal Electoral, y cuando fue a San Lázaro a rendir protesta, entró por puertas pequenas y custodiado por fuertes dispositivos de seguridad. Quería eludir como diera lugar a los ciudadanos que protestaban en contra de su imposición. Y un político que entra por puertas traseras, difícilmente podrá salir por la puerta delantera de la Historia. Quizá sea ésta la moraleja de este sexenio que acaba de culminar.


La Contrareforma

Se aproxima la hora en la que los legisladores discutirán la reforma electoral. En el Senado ni siquiera había culminado el proceso electoral cuando se convocó a una serie de mesas redondas con especialistas, algunos de ellos de trayectoria probada, otros no tanto. Algunos de los ponentes de estos foros han sepultado a la más reciente reforma electoral, cuando ni siquiera había mostado su desempeno completo. Pero esto no es mera coincidencia ni accidente.

Muchos de los temas que integran las mesas de discusión indican que las enmiendas en materia electoral configurarán una contrareforma en la que el poder público se rendirá y admitirá su derrota. El más sonado de todos los casos es derogar la prohibición a los partidos políticos de contratar tiempo aire en radio y televisión.

Debe recordarse que este logro implicó mucho esfuerzo y una serie de arduas negociaciones. Se intentó que de una vez por todas se pusiera fin a esa nociva transacción millonaria de recursos púublicos a las arcas de Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego. Desde 1997 y hasta 2006, los rotundos ganadores de las elecciones fueron ellos dos. Con creces y con notorias deficiencias a las que les urge más que una pulida, se logró el cometido. Pero ahora los corifeos de estos consorcios a gritos imploran la inmolación de una reforma que califican como un gran fracaso. ¿Por qué será? Que los cheques, sobre todo los que dejaron de recibir, hablen por sí sólos. Las televisoras, no conformes con la fuerte presión que solían ejercer a través del cabildeo, el lobby y el contenido de sus noticieros sesgados, ahora contarán con su propia bancada (PVEM).

Otro de los logros más importantes que las sucesivas reformas electorales habían alcanzado está en riesgo: el PRI ha dado a conocer su intenciónj de reducir el número de diputados por la vía de la representación proporcional. Pero eso lo abordaremos con más detenimiento en la siguiente entrega.


¿Reducir las pluris?

Muchos se han ido con la finta de que sería bueno reducir el número de de diputados plurinominales. Las razones: cuestan mucho dinero y encima, al no tener relación inmediata con un distrito, escapan de una rendición de cuentas, pues se deben más al partido que los propone que al electorado. Estas acusaciones tienen algo de verdad. Pero lo que sus promotores omiten mencionar, es que las reformas electorales no son meras consideraciones técnicas que no generan consecuencias. Todo lo contrario: mientras benefician a unos competidores, perjudican a otros.

El PRI tampoco ha dicho que fueron las candidaturas plurinominales el mecanismo con el cual la pluralidad política conquistó al Congreso. Antes de ellas, las Cámaras eran habitadas por un sólo partido, y las oposiciones se limitaban a un papel testimonial. Al introducir una fórmula que convierte el porcentaje de votos de un partido en una cantidad semejante de escanos, se logró corregir la sub y sobre representación del sistema uninominal, cuya regla fija que sólo habrá un ganador por distrito.

Hay países que sólo tienen vía uninominal en los que ha ocurrido que partidos que cuentan con más del 10 por ciento de los votos totales, no son acreedores a cargos legislativos, ya que no alcanzan mayoría en algún distrito. De tal modo, una franja amplia de la sociedad se queda sin representantes.

Eso es lo que el PRI quiere imitar. ¿Por qué? Sencillamente porque le conviene. Para muestra, si hoy no existieran los plurinominales, con los resultados del pasado 5 de julio, el PRI obtendría alrededor de 60% de los diputados; el PAN 22 y el PRD 11 por ciento (cifras preliminares). Además, los partidos minoritarios, salvo situaciones extraordinarias, jamás llegarían a tener representación en el Congreso.

En suma, la izquierda sería la más afectada con esta medida, mientras que se fortalecería el proyecto de un bipartidismo de derechas. No hay que creerle al lobo cuando se oculta tras la piel del borrego.



Honduras resiste

Las puertas de México están abiertas a Manuel Zelaya. El tratamiento que se le ha dado al presidente hondureño depuesto en su visita a nuestro país, no sólo ha sido el de Jefe de Estado, si no también el conferido por los ciudadanos que lo apoyan: el de líder y símbolo de la lucha latinoamericana.

Ha pasado más de un mes del golpe de Estado en Honduras. Los intentos de intermediación y las vías propuestas para la resolución del conflicto han fracasado. Cada día que pasa incrementa la resistencia del pueblo hondureño, pero al mismo tiempo las fuerzas reaccionarias asumen mayor control sobre las estructuras de poder. La experiencia golpista del siglo XXI ha merecido la mayor condena internacional de la que se tenga memoria. Sin embargo, Zelaya ha manifestado su inconformidad respecto a la tibieza del gobierno norteamericano. Si éste estuviera dispuesto –asegura – en 5 minutos podría restaurar el orden constitucional y culminar esta delirante aventura. Algunos especialistas ven que la administración Obama ha recurrido a una táctica dilatoria que apuesta a que la gente se canse de protestar, la presión internacional claudique y se normalice la situación.

En respuesta, Zelaya ha expresado que toda paciencia tiene límites. Hasta la fecha, las protestas han sido pacíficas pese a que se han enfrentado a la brutalidad de las armas, la desaparición forzosa y la represión. Su causa está respaldada en el artículo 3 de la Constitución de Honduras, el cual consagra que “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas (...). El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.”

Lo más grave de que los golpistas llegaran a consolidarse, es que se sentaría el precedente de que a través de la violencia se puede llegar al poder. Y esto desestabilizaría a la región y golpearía profundamente a la vía democrática.





El Lascurain de Iztapalapa

Pedro Lascurain fue secretario de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Francisco I. Madero. En febrero de 1913, el pionero del sufragio efectivo y su vicepresidente, Pino Suárez, fueron obligados a dimitir tras ser traicionados y encarcelados por Victoriano Huerta, general al que se le había confiado el mando de las tropas federales. La Constitución de 1857 establecía que en ausencia del presidente, el gobierno debía recaer en manos del ministro de Relaciones Exteriores. Durante 45 minutos, Pedro Lascurain ostentó el cargo. En ese lapso rindió protesta, hizo lo correspondiente para revestir de legalidad el ascenso de Huerta y renunció.

¿Qué pensamientos cruzaron por su cabeza durante su estancia en el poder? Al ver la banda tricolor en su pecho, ¿se la habrá creído? Es éste el punto de partida de la obra teatral Lascurain o la brevedad del poder, en la que Héctor Bonilla encarna a este singular personaje. En esta ficción que se toma la libertad de especular qué ocurrió durante esos 45 minutos, al principio se observa a un hombre tímido e inseguro. Minutos después sucumbe a la tentación del poder y está convencido de que es el único capaz de gobernar. Embriagado, cae en los excesos de poder. Todo culmina en un amague de Huerta que lo obliga a retirarse.

El escenario del México turbulento de aquéllos días contrastado con el caso actual de Iztapalapa es completamente antagónico. En el primero las armas eclipsaron la voluntad popular; en el segundo la voluntad popular se impuso sobre las fuerzas reaccionarias. No obstante, comparten un paralelismo: la brevedad del poder. Rafael Acosta, jefe delegacional electo, se ha comprometido en reiteradas ocasiones, incluso ante notario público, a acatar la decisión de la mayoría. Por ello, deberá renunciar a su cargo en cuanto tome protesta para que sea Clara Brugada quien gobierne la demarcación. Pero el poder seduce y vuelve a las personas irreconocibles. Ya veremos.



El bloqueo al disenso

En México, las instituciones encargadas de impartir justicia se han divorciado del principio de imparcialidad y se han supeditado a los tiempos electorales y a las conveniencias políticas de sus titulares. Como en el desafuero de AMLO, estas acciones se encaminan a configurar un régimen selectivo y excluyente en el que los candidatos tengan que ser previamente palomeados por una derecha que aspira a conducir la democracia y fijar quién sí y quién no tiene derecho a gobernar. La ofensiva actual se ha concentrado en dos bastiones de la izquierda:

1. En Iztapalapa, 7 magistrados suplantaron la decisión de 200 mil ciudadanos que atendieron el llamado del PRD para elegir a sus candidatos. Extralimitándose y administrando los tiempos con dolo, el Tribunal Electoral revirtió el triunfo de Clara Brugada y una vez más, favoreció a la fracción colaboracionista del PRD. Al tratarse de una defraudación electoral anticipada, los afectados no se quedaron con los brazos cruzados e idearon una estrategia: como ya estaban impresas las boletas, quien quiera votar por Brugada no habrá de cruzar su nombre, sino el de Rafael Acosta del PT, quien se ha comprometido a renunciar para hacer valer la decisión de la mayoría y dar una lección al régimen corrupto.

2. La PGR recientemente filtró información falsa que vincula a Leonel Godoy con el narco. La intención es clara: difamar al PRD michoacano para mermar la intención de voto de sus candidatos a diputados, mayoritariamente afines a Izquierda Unida. Nuevamente se ha utilizado de manera facciosa a la PGR para perjudicar a los rivales del panismo. Con esa moneda le responden a un gobernante que no sólo desacató el resolutivo del PRD de desconocer a Calderón, sino que se mostró dispuesto a estrechar lazos con el gobierno federal.

Se están bloqueando los canales institucionales para la oposición y el disenso. Estas válvulas son indispensables para mantener la estabilidad política. La derecha no ha dimensionado las consecuencias de su acción irresponsable.
Demasiado circo

Corría el año de 1994. Entraba en vigor el TLC; el país se estremeció ante la irrupción de un movimiento armado en Chiapas con amplio respaldo popular e internacional. Meses después, Colosio sería asesinado y la moneda nacional se devaluaría. El salinismo culminaba repudiado. Entre tanto, una noticia acaparaba las pantallas: la aparición de una maléfica bestia que succionaba la sangre de los animales: el chupacabras. No es novedad que cuando los gobiernos pasan por momentos críticos, se articulan con los medios de comunicación oficialistas para inventar o magnificar un escándalo que distraiga la atención de los temas medulares.

La narrativa calderonista se asemeja a una tira cómica de héroes contra villanos. Las fuerzas del bien lograron detener a una suerte de Guasón tropical iluminado que secuestró un avión que viajaba de Cancún a México. Al glorificar este suceso, no dimensionaron una grave consecuencia: si un improvisado es capaz de vulnerar la seguridad de los pasajeros, se ahuyenta al turismo, uno de los tres principales ingresos de divisas.

Por otro lado, Laura en América y 12 Corazones deben andar preocupados por el estreno del talk show de Calderón. Se trata de un vulgar montaje de preguntas hechas a modo. Sería interesante que se invitara a conversar a uno de los padres que perdieron a sus hijos en el incendio de una guardería subrogada por el IMSS.

Paralelamente, Juanito se ha convertido en la estrella favorita del Canal de las Estrellas. Lascurain, seducido por el canto de las sirenas, quiere convertirse en el Victoriano Huerta de Iztapalapa. Nunca un oportunista había merecido tanta cobertura de Televisa, ¿por qué será? Y entre la cábula y el si se va o no se va, olvidamos que el país va en picada; las estocadas tributarias pasan desapercibidas: un IVA disfrazado para que “los pobres rescaten a los pobres”. Pero qué importa, si la selección mexicana le ganó 1-0 a Honduras. ¡Todos al Ángel! A falta de pan, demasiado circo.

Contradicción casi biológica

¿Es la edad el factor determinante para medir la juventud? Es curioso que haya personas mayores que aún resisten, se indignan frente a las injusticias y guardan la esperanza de que un mundo mejor es posible, mientras que hay “jóvenes” que, por el desencanto o la indiferencia, claudican y buscan la mejor manera de acoplarse al sistema. Eso es senilidad prematura. En realidad, el factor que determina la juventud de una persona es su actitud ante la vida.

¿Por qué un elevado porcentaje de mexicanos que recientemente han alcanzado la mayoría de edad se inclinan por una opción conservadora? No han caído en cuenta de que votar por la derecha es votar en contra de su juventud. Es votar por aquéllos que profesan la doble moral y una profunda vocación antiintelectual; que siguen empecinados en la privatización de nuestros recursos naturales y por ende de las universidades públicas; que piensan que la educación no debe ser ni laica ni gratuita. Es votar por aquéllos que criminalizan al joven por ser joven y a los movimientos sociales por atentar en contra de las “buenas costumbres”; es emitir un sufragio por la intolerancia a la diversidad sexual y a favor de que la mujer no decida sobre su propio cuerpo. Es premiar a los que combaten el consumo de drogas a través de la violencia y la prisión, y no mediante la prevención y salud pública. Es respaldar a los que piensan que los jóvenes deben ser funcionales y supeditarse a las necesidades del mercado a costa de su felicidad y realización como seres humanos. Es permitir que la fórmula “más cárceles, menos empleo” siga gobernando. Para resumirlo en una sola imagen: es votar por aquéllos que al tiempo que han sacado al Ejército a las calles, han prohibido que las personas se besen en público.

La televisión impulsa la creencia de que las ideologías son irrelevantes y trasnochadas, pero es evidente que la izquierda y la derecha son distintas y que el debate sigue en pie. Parafraseando a Salvador Allende, ser joven y votar por la derecha, es una contradicción casi biológica.


3er Informe

Imaginemos a un gobernante que en vez de ocultarse tras mentiras, fuera sincero. Imaginemos a un Felipe Calderón en un lapso repentino de honestidad rindiendo su 3er Informe de Gobierno. Su discurso iría más o menos así:

Mexicanas y Mexicanos: A través de un call center se han enterado que será aquí, en Palacio Nacional, frente a las videocámaras de las televisoras privadas, pero a espaldas de las cámaras que conforman la representación popular, rodeado de un fuerte dispositivo militar, de mis allegados y de uno que otro izquierdista moderno y bien portado, que informaré sobre el estado que guarda mi administración. He decidido no acudir a San Lázaro puesto que desde que asumí el cargo he carecido de la legitimidad que sólo dan las urnas.

Los aquí presentes hemos sido cómplices de que la corrupción esté carcomiendo a las instituciones del Estado Mexicano; hemos afianzado el pacto de impunidad entre los poderes fácticos y la clase gobernante, manteniendo intacta la estructura de privilegios y exenciones fiscales para los que más tienen.

La guerra que he emprendido contra el crimen organizado ha sido un desastre que ha comprometido la seguridad nacional y la paz social. En lo que va de mi sexenio, van más de 13 mil ejecutados y la violencia política se ha restaurado.

En materia económica, el país se encuentra en la crisis más grave de los últimos 80 años: tan sólo en el último semestre, el PIB registró una caída de más de 9 puntos, lo cual ha repercutido en la pérdida de 850 mil empleos. De 2000 a la fecha, el salario mínimo ha perdido el 47% de su poder adquisitivo.

Por lo anteriormente expuesto, atiendo la propuesta de una parte de la oposición. En aras de formar un gobierno interino que salve al país de un estallido social, renuncio a un cargo que jamás me correspondió ejercer. Por su atención, muchas gracias.

¿PRESIDENTE? ¿DEL EMPLEO?

Si de escribir con precisión se trata, desde que Felipe Calderón asumió funciones, el lema con el que promovió su candidatura debe ponerse entre signos de interrogación. Con respecto a la primera palabra, basta por ahora decir que su ilegitimidad de origen y las deudas contraídas con los grupos que lo impusieron, cancelaron su posibilidad de ejercer autoridad política, ya no digamos moral.

En esta ocasión quiero enfocarme a la segunda palabra. La principal angustia entre los jóvenes que culminan sus estudios (aquéllos que tuvieron la oportunidad) es enfrentarse a la realidad laboral. La búsqueda de empleo puede ser una experiencia frustrante, pues muchas veces aquéllos que quieren comenzar a aportar y producir sólo encuentran puertas cerradas. Según la OIT, la tasa de desempleo juvenil en el país representa el doble de la tasa de desempleo total. Tan sólo en los dos primero meses de 2009, 472 mil personas se incorporaron a las filas de la desocupación. En el sexenio del “presidente del empleo” se ha alcanzado el nivel más alto de desempleo de los últimos 9 años (5.3%). Para el secretario de Trabajo, Javier Lozano, esto “obedece a un ciclo normal”.

En México la educación en vez de ser un derecho es un privilegio. Resultado del estrangulamiento presupuestal a las universidades públicas y de las políticas privatizadoras del gobierno federal, más de 105 mil jóvenes no podrán ingresar a la UNAM. Por si fuera poco, se han pervertido los incentivos para aspirar a una preparación académica sólida, pues a mayor escolaridad, menores posibilidades de encontrar empleo. Ante esto, Lozano recomienda a los padres de familia a que alienten a sus hijos a estudiar “no lo que les guste” sino lo que demanda el mercado laboral. ¿Y qué es lo que se ofrece para los jóvenes? Entre lo poco que hay en el sector formal, prevalecen los trabajos precarios, mal pagados y sin prestaciones. Calderón sólo cumplió la promesa de empleo a sus amigos Téllez, Ruiz Mateos, Carstens y otros muchos responsables de la crisis por la que atravesamos.

País Estancado
Alejandro Encinas Nájera

¿Qué sucede cuando las transiciones de un régimen autoritario a uno democrático se estancan y quedan suspendidas? Entre lo viejo que aún no muere y lo nuevo que se resiste a nacer existe un intervalo que es oportuno entender no como una forma híbrida y transitoria, sino como la conformación de un tipo específico de régimen que puede prolongarse por un largo periodo. Los años posteriores a la alternancia mexicana lo comprueban. El cambio del partido en la Presidencia no supuso ese viraje histórico en el que tantos mexicanos depositaron sus expectativas. La victoria de Vicente Fox abrió la posibilidad de comenzar a erradicar las prácticas autoritarias. Sin embargo, en vez de convocar a un pacto democrático e incluyente para actualizar el entramado institucional a los nuevos tiempos, el PRI fue requerido para cogobernar el “cambio”. Los pilares autoritarios construidos por el partido que en estos días festeja su 80 aniversario, como el corporativismo, la manipulación de la opinión pública, la aplicación selectiva de la ley, la estigmatización del adversario y la insensibilidad social sintetizada en la frase ni los veo ni los oigo, no sólo han prevalecido tras el paso de la alternancia, sino que en algunos casos se han intensificado. La reciente ocupación militar impuesta a la población de Ciudad Juárez no puede pasar desapercibida.

Si en términos metafóricos equiparamos al Estado mexicano con un edificio, se observa que muchos de sus apartamentos siguen habitados por los mismos personajes atávicos que no comprenden ni quieren comprender qué es la democracia. Ellos viven cómodamente entre muebles anticuados que evocan nostalgia por el pasado. Entre sus planes no aparece actualizarlos. Como afirma Muñoz Ledo, “todavía no es posible avizorar la emergencia de una nueva clase política ni la irrupción del ciudadano en la vida pública, fenómenos característicos de las transiciones” . Vivimos en un país estancado. Por obvias razones la solución no provendrá desde arriba. El único motor de cambio viable son los ciudadanos. Urge su irrupción en el espacio público.
Radiohead: Deuda saldada

–¿Cómo fue que terminé en donde empecé?– Con estas palabras, las primeras pronunciadas en escena, se daba por concluida la abnegada espera que el público mexicano cumplió para tener de vuelta a Radiohead. Quince años atrás, cuando en discreta gira por bares mexiquenses y pequeños foros de provincia visitaron por última vez el país para promover Pablo Honey, su primer disco, el quinteto británico lejos estaba de ser lo que hoy representa. Repudiando a Creep, creación maldita que por sarcasmo del destino se convirtió en el himno de toda una generación de corazones rotos, y por más inverosímil que parezca, abriendo los conciertos de Alanis Morrisette, fueron trazando el camino que los conduciría a la preeminencia de la creación artística y a su consumación como músicos. A estas alturas, cualquier banda contemporánea daría lo que fuera por componer un disco de la talla del insuperable OK Computer.

Son pocos los grupos que como Radiohead tienen la capacidad de sonar mejor en vivo que en estudio. En los dos conciertos que ofrecieron en la capital del país, apoyados en visuales, percusiones, sintetizadores y cuerdas, condujeron a los presentes a un vaivén de sensaciones que iban de la histeria a la melancolía, de la agresividad a la pusilanimidad y de la frustración a la euforia. Pese a haber presenciado el desfile de androides paranóicos, arpas fáusticas, peces extraños, y ladrones de cuerpos –todos ellos acosados por la omnipresente policía del karma– los más de cincuenta mil afortunados asistentes tuvimos una noche gloriosa. Algunos iban acompañados por sus padres, otros por sus amigos, unos más se conocieron ahí. Pero justo cuando se ejecutaban los últimos acordes del órgano de Thom Yorke, olvidamos alertas previas para refugiarnos en un búnker, niños y mujeres primero. Ya no importó la procedencia ni la condición. A todos por igual nos invadió una sensación de paz; caímos en cuenta de que todo, absolutamente todo estaba en su lugar adecuado.