martes, 10 de julio de 2012

Los conteos distritales: lo que tienes que saber




Alejandro Encinas Nájera

Que nadie adelante vísperas. No está dicha la última palabra. Hay que exigir a Calderón, Peña Nieto y magistrados de una desconcertante irresponsabilidad  como Alejandro Luna, que respeten las instituciones y los tiempos electorales. Esto es, que no den por consumados hechos que aún están en curso y que no declaren ganadores prematuramente.

El artículo 116 del Cofipe ordena que tres días después de celebrarse la jornada electoral (o sea, hoy) se rectificarán las inconsistencias que pudieran consignarse en las actas electorales, sean producto de error o dolo.  Mientras lees estas líneas, miles de ciudadanos y personal del IFE instalan los consejos distritales para efectuar el cómputo de los resultados registrados en las actas de las casillas de las elecciones para presidente, diputados y senadores. Como detalla Alejandra Lajous, en los consejos, además de un funcionario del IFE, hay seis consejeros electorales y representantes de todos los partidos políticos. Los partidos llevan a dicha reunión sus respectivas actas. Ahí, una por una, se confrontan los resultados de las actas, y si no coinciden o son notorias posibles alteraciones, se abren los paquetes con las boletas y se cuentan uno por uno los votos de la casilla dudosa. Todo esto se realiza en sesiones abiertas, así que quien quiera asistir, está a tiempo y tiene todo el derecho de hacerlo.

Todas las cifras que hasta ahora conocemos, desde las tremendamente “equivocadas” encuestas que daban un abismo de ventaja a Peña Nieto, hasta los conteos rápidos, el PREP y las encuestas de salida, carecen de validez legal. Será hasta que finalicen los conteos distritales cuando conoceremos los resultados oficiales. Y la cosa no termina ahí. En ese momento el IFE le pasa la estafeta al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el cual tiene la responsabilidad de resolver todas las impugnaciones de los competidores, pero sobre todo deberá verificar que las distintas etapas del proceso electoral hayan transcurrido con equidad, certeza, transparencia e imparcialidad. Una vez que haya culminado esta larga y sinuosa cadena de etapas, se declara la validez o no de la elección.

Por lo pronto, el Movimiento Progresista ha detectado que de las 143 mil casillas que se instalaron el pasado domingo, cuando menos 113, 855 actas tienen inconsistencias. Para depurarlas, la ley contempla la reapertura de los paquetes electorales durante las jornadas de los cómputos distritales. Estas irregularidades no necesariamente implican dolo o alteración ventajosa, pues pueden derivarse de un error o descuido humano. Es fundamental aclarar en qué consiste la diferencia:

¿Qué es una inconsistencia aritmética? El investigador José Antonio Crespo detalla que en cada acta hay varios campos de registro que deben coincidir entre sí, llamados rubros fundamentales: 1)Total de ciudadanos que votaron (CV) 2)Total de boletas encontradas en la urna al término de la jornada (BEU) y 3)Votación total emitida (VTE). Cualquier diferencia aritmética entre estos rubros, podría indicar la existencia de votos irregulares, es decir, que faltan o sobran injustificadamente.

No se puede asumir siempre que un error aritmético sea un error de cómputo, el cual implica la presencia de votos irregulares, pues la no coincidencia aritmética entre los rubros fundamentales podría ser resultado de una equivocación, una distracción o una cifra mal anotada. En estas circunstancias, los datos disponibles permiten dar una explicación lógica al error y corregirlo. En cambio, el error de cómputo ocurre cuando no se encuentra explicación lógica de la inconsistencia. En tal circunstancia se daña la certidumbre del resultado. La ley de impugnación electoral en su  artículo 75 (F) señala como una de las causales para anular la votación en una casilla: “Haber mediado dolo o error en la computación de votos, siempre que ello sea determinante para el resultado de la votación.” En términos jurídicos es irrelevante si la anomalía fue resultado de actos de mala fe como la introducción o extracción de boletas a favor de un candidato, o un acto no intencional en el conteo de votos, pero que aún así empaña el resultado de la elección.

Otras causales para abrir los paquetes electorales durante los conteos distritales son: Que la diferencia entre el primer y el segundo lugar sea menor al 1% y así lo solicite el segundo lugar; Que todos los votos depositados sean a favor de un mismo partido; Que el número de votos nulos sea mayor a la diferencia entre los candidatos ubicados en el primero y segundo lugares en la votación; Que existan inconsistencias evidentes en los elementos de las actas, salvo que puedan corregirse con otros a satisfacción plena de quien solicite; Que no existiera acta de escrutinio y cómputo en el expediente de la casilla, ni obrara en poder del presidente del Consejo, y; Que se detecten alteraciones evidentes en las actas que generen duda fundada sobre el resultado de la elección en la casilla.

Para caer en cuenta de la relevancia que tienen los conteos distritales, cito el siguiente ejemplo: En la casilla ubicada en la sección 5614 en el municipio de Cuautitlán, Estado de México, el PREP reportó que hubo una participación ciudadana del 235 por ciento. Siendo esto imposible, ahí mismo se aclara que esta casilla no ha sido contabilizada. Será sólo a través de la apertura del paquete electoral, como sabremos qué fue lo que ahí sucedió; si acaso embarazaron la urna, o fue un error de quienes anotaron los resultados en las actas.

A todos, conviene –incluido quien hoy se da por ganador–, que se le impriman a estas elecciones la máxima transparencia y certidumbre. En democracia sólo las urnas confieren legitimidad. Por eso es inaceptable que voces coléricas y reaccionarias clamen que se acepte sin cuestionamientos los resultados que hasta ahora se conocen. Como tuiteó, @ClouthierManuel (retuiteado por 2302  tuiteros al cierre de este artículo), “Lo chistoso de este país es que el que defiende sus derechos es prepotente, berrinchudo, loco, etc. Pero el que pisotea los derechos no!”

Vendrán tiempos en los que las fuerzas que integran el Movimiento Progresista habrán de tomar definiciones políticas y jurídicas, así como elegir el rumbo a seguir. Pero durante los próximos días, dejemos que hablen las actas...y los votos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario